Una noticia de ayer me retumbó demasiado en los oídos mientras escuchaba la CNNradio durante mi corrección del simulacro del MIR (conocido como coprosimulacro20).
El Gobierno americano, estandarte mundial del neoliberalismo capitalista, y crítico con aquellas nacionalizaciones que algunos países no amigos de América del Sur hicieron no hace muchos años, se dedica a regalar a Citigroup, el mayor banco del mundo, la friolera de 326.000 millones de dólares de salvavidas para que no entre en bancarrota. Y es que Citigroup cuenta con más de 300,000 empleados en todo el mundo y es el banco de referencia de la economía americana. ¿Pero qué es peor, donar dinero líquido (y público) a la banca privada para que no pierda solidez o comprar empresas privadas con dinero público para redirigirlas de forma más eficiente (donde la máxima rentabilidad no sea el primer objetivo de la corporación)? Citigroup anunció la semana pasada que despediría a 53,000 empleados ya que lleva perdido en lo que va de año casi un 80% de su valor bursátil.
En Europa varios países han optado por "ayudar" a bancos comprando activos de los mismos. Pero yo me pregunto si es lógico y lícito que gobiernos elegidos democráticamente hagan con el dinero público lo que les plazca sin pedir opinión a la sociedad.
El pensamiento de salvar a los bancos de la bancarrota es el de frenar la caída del capitalismo, del sistema que nos rige hoy en día, porque si cae el sistema de desmoronará nuestra sociedad al igual que lo hizo el comunismo con la caída de la URSS.
Según Bush "sigue listo para intervenir, en el futuro, si es necesario"... Y probablemente los líderes europeos también... pero lo gracioso de todo esto es que los directivos de las grandes empresas, los condes, los marqueses, los Reyes de medio mundo, los tiranos, los dictadores, los presidentes, los ricos en general siguen y seguirán siendo ricos mientras la población mundial entra en una depresión económica que se ahonda al inactivarse el consumo familiar por la falta de fondos y trabajo y por un excesivo aumento del precio de la vida.
Poco a poco se irá notando en nuestras casas, pero yo pienso... ¿cómo se notará en el tercer mundo? Ya que muchas empresas privadas dejarán de hacer donativos (los cuales antes hacían para desgravar a hacienda, no por cariño y amor al prójimo, además de por "buena publicidad") y los Gobiernos disminuirán sus aportaciones económicas a la FAO, ONU y Banco Mundial... ellos si que lo van a sufrir más que nosotros... y mientras ellos, los ricos, seguirán viviendo en la opulencia y en el gasto desenfrenado (recordemos el consolador de la señora de Beckham de 2 millones de dólares...).
A ver cómo nos levantamos mañana...
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