26 de mayo de 2010

Camino al Rocío 2010 1.0

Os iré contando poco a poco vivencias, anécdotas y curiosidades que he descubierto en mi primer Camino a la aldea de El Rocío con motivo de una de las mayores peregrinaciones marianas del mundo.

Como antecedentes de esta historia habría que citar que fui al Camino habiéndome acostado aproximadamente 1 hora después de una Guardia de Puerta del J.R., que es mucha tela para el cuerpo humano, sobre todo si la Guardia es "entretenida".

El día de antes (martes 18) un servidor se pasó media tarde-noche haciendo dos buenas tortillas de papas para el Camino Carretero, organizándome un poco y visualizando cómo iba a ser el tema. Por cierto, encontré una papa muy especial (a lo Homer Simpson con las Habas de El Líder).

Llegué a las 8 de la mañana el miércoles al Hospital Vázquez Díaz con el maletero del Sandero lleno con mi maleta de la Guardia, mis botos, mi camisa blanca y mi pantalón vaquero nuevos (de una talla menos a la últimamente habitual, jejeje) que me compré a última hora el martes... Subo a la planta con mis tortillas "para meterlas en el frigo del estar de enfermería"... jejejeje... A las 2 y después de una mañana buena en la U.C.A. tiré para el H. Juan Ramón Jiménez (o JR) para almorzar y hacer esa Guardia de Puerta... pero claro, antes me pasé por el estar de enfermería de Urgencias para meter mis tortillas en el frigorífico. Comimos en el comedor y a las 3 estábamos Elena del Río, Paloma, Auxi, Mariela y un servidor preparados para comenzar a lidiar los toros bravios que llevaban más de 5 h esperando a ser atendidos... Y mientras Elena en Trauma y Tomás en Psiquiatría livin´ la vida loca... Y YO EN PUERTA!!!...

Pues na... no cené como Dios manda (mira tito Uan como me voy convirtiendo a la fé) y me tuve que comer un coprobocadillo de jamón de york y queso mientras el Sevilla recogía la Copa del Rey de manos de El Principito, y llamaba a mi madre para felicitarla, jejeje... Que por cierto, pensábamos que iba a ser buena la Guardia entre el partido y el inicio de El Rocío pero ni con esas... joeeee... Pues después de "limpiar" y de bailar un poquito de brikidanse en las consultas con mis compañeras para que la fiesta no decayera me fui a echar una cabezadita de 1 horita. Me levanté, me pegué un duchazo güeno, me puse mis botos, mis pantalones vaqueros, mi camisa blanca, (bueno, no en ese orden) y me fui donde habíamos quedado Elena y Tomás (que estaban muy descansaditos de sus buenas Guardias) y Fran (que estaba de saliente) para ir rumbo a Rociana del Condado, lugar donde comenzaría nuestra aventura rociera.

Pero... Ups! Cuando llevávamos casi 2 km saliendo del Hospital me acordé que... "¡¡¡me dejé las tortillas en el frigo de enfermería!!!"... Así que nos dimos la vuelta entre risas y pestes hacia mi bellísima persona... Qué cabeza tengo, jejeje.

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